viernes, 20 de julio de 2012

EVALUACIÓN, ACREDITACIÓN Y CALIFICACIÓN


7. EVALUACIÓN, ACREDITACIÓN Y CALIFICACIÓN

7.1 ¿Que es evaluar?

Dar una nota es evaluar, hacer una prueba es evaluar, el registro de las notas se denomina evaluación. Al mismo tiempo varios significados son atribuidos al término: análisis de desempeño, valoración de resultados, medida de capacidad, apreciación del todo del alumno.
 Así pues, la evaluación, en términos generales, supone una instancia de valoración. En los términos particulares de la evaluación educativa es posible distinguir varios objetos de evaluación cuyas relaciones implícitas son evidentes.

Entre otros, es posible valorar: el sistema educativo, las instituciones, el profesorado, los materiales de la enseñanza, los proyectos educativos y de aprendizajes.

En el caso particular de la evaluación de los aprendizajes de los alumnos, evaluar supone conocer qué y para qué evaluar, para lo cual es requisito esencial recoger información, formular un juicio de valor y tomar decisiones con vista al futuro.

Como dije más arriba, la evaluación implica una valoración, se refiere a la calidad.

La calificación permite una cuantificación, se refiere a la cantidad. Al valorar se deben tomar en cuenta varios elementos subjetivos, por ejemplo: opiniones, sentimientos, percepciones.

La medición refiere únicamente elementos observados y cuantificados.
Así es posible evaluar y acreditar sin que existan calificaciones de por medio.

7.2 ¿Qué es calificar?


En la mayoría de las instituciones de educación superior se califica sin evaluar, en otras palabras, sin juzgar y valorar la efectividad del proceso enseñanza aprendizaje para mejorarlo continuamente.

7.3 ¿Qué significa acreditar?

La acreditación es de carácter académico-administrativo, mientras que la evaluación y la calificación son de carácter estrictamente académico, refieren el tipo y nivel de los aprendizajes logrados.
Por ejemplo, con el fin de profundizar y asimilar los conocimientos estudiados en cada unidad se brindan dos o más actividades de aprendizaje. Se recomienda la realización de las mismas pues ayudará al alumno a prepararse mejor para las diversas actividades de evaluación, con el fin de acreditar una materia.

7.4 ¿Qué significa “evaluación tradicional”?

La evaluación tradicional mide la cantidad de conocimientos u objetivos logrados, representados como la frecuencia de respuestas correctas en los instrumentos estructurados.

Las técnicas tradicionales se dirigen principalmente a evaluar el presente del alumno y en el mejor de los casos el pasado reciente (evaluación acumulativa), las técnicas constructivistas enfatizan la evaluación del desarrollo. La evaluación tradicional mide la cantidad de información memorizada por los alumnos.

Los modelos utilizados tradicionalmente centran la evaluación en cogniciones aisladas sin considerar su conexión con el marco de conocimientos general y personal del alumno, esta tendencia a evaluar conocimientos como unidades ordenadas que se pueden aislar en forma artificial, no favorece la construcción del conocimiento que exige una evaluación que considere las cadenas complejas de significado y la interacción dinámica entre los mismos.

Lo esencial en esta perspectiva es el concepto de integración, es decir, propone que cualquier tipo de conocimiento puede ser entendido mejor en el contexto de un sistema de significados más amplio que lo apoye y relacione. Características de la evaluación tradicional del aprendizaje:
  • Hincapié en aprendizaje memorístico.
  • Se enfatizan los productos (lo observable) y no los procesos (razonamiento, uso de estrategias, habilidades).
  • Es cuantitativa.
  • Se enfatiza demasiado la función social de la educación y lo sumativoacreditativo.Se evalúa el aprendizaje de los alumnos y no la enseñanza.
  • El docente casi siempre define solo la situación evaluativa (a veces en forma autoritaria y unidireccional).
  • Se escogen los ejercicios que casi nunca se revisan en la enseñanza Pensando en que la generalización o transferencia de saberes es espontánea

7.5 ¿Qué significa “evaluación constructivista”?

Los enfoques constructivistas orientan diferentes estrategias de evaluación. 


Privilegian el papel activo del alumno como creador de significado, la naturaleza auto organizada y de evolución progresiva de las estructuras del conocimiento, es decir abordan la evaluación formativa.

La evaluación, por tanto, debe estar orientada a evaluar los procesos personales de construcción personal del conocimiento. La evaluación formativa se entiende como un refuerzo que ayuda al alumno a reconstruir el tema de evaluación y como parte del proceso generador de cambio que puede ser utilizado y dirigido a promover la construcción del conocimiento.

En el enfoque constructivista, se centra la atención en el nivel de análisis, por lo tanto las capacidades del alumno para clasificar comparar y sistematizar son claves para la evaluación formativa.

Esta forma de evaluación obtiene de los alumnos un conjunto de construcciones personales y únicas con las que estructuran su propio conocimiento, mientras que la evaluación tradicional sitúa a los alumnos en un conjunto de construcciones validadas externamente.

La evaluación en este marco tiene la intención de dar a los estudiantes una oportunidad para seguir aprendiendo; esto exige que el profesor reconozca las diferencias individuales y de desarrollo de intereses, capacidades, destrezas, habilidades y actitudes.

Así, la evaluación debe partir verificando lo que los alumnos ya saben (evaluación diagnóstica).

La evaluación constructivista mide:

  • Los conocimientos adquiridos y la capacidad de los alumnos para aplicarlos en situaciones variadas.
  • El desarrollo de destreza, habilidades y cambio de actitudes. 
  • Si los alumnos son capaces de establecer una relación con el conocimiento que difiere de la que demanda el profesor. 
  • Si los alumnos contribuyen a aportar un nuevo significado al conocimiento, alterando incluso la dinámica de la interacción establecida por el docente en el aula. 
  • La validez de construcción debe verificar si se está evaluando lo que realmente se espera que los alumnos construyan, lo que implica una clara definición de capacidades; una declaración explícita de las normas, que deben ser justas para los alumnos; una clara definición de criterios de evaluación, cuando será considerada una construcción buena, mala o regular; e instrucciones comprensibles para la comunicación de los aprendizajes.

Características de la Evaluación constructivista:

  • Poner énfasis en los procesos.
  • Evaluar la significatividad de los aprendizajes.
  • La funcionalidad de los aprendizajes como indicador del grado de significatividad.
  • La asunción progresiva del control y responsabilidad lograda por el alumno.
  • Evaluación y regulación de la enseñanza.
  • Evaluar aprendizajes contextualizados.
  • Autoevaluación del alumno.
  • Evaluación diferencial de los contenidos de aprendizaje.
  • Coherencia entre situaciones de evaluación y el proceso de enseñanza aprendizaje
7.6 ¿Cuál es la función social de la evaluación?

Provee retroalimentación continua al estudiante sobre su nivel de trabajo durante el proceso de enseñanza-aprendizaje y facilita el logro de los objetivos educativos.



La evaluación actual, igual que el aprendizaje, ocurre de forma natural. El aprendizaje es duradero cuando se lleva a cabo dentro de un contexto significante y cuando se relaciona con asuntos y problemas que experimenten los estudiantes.

Presenta a los estudiantes con retos reales que requieren que apliquen sus habilidades y capacidades relevantes y conocimientos. Promueve el aprendizaje a través de retroalimentación, reflexión y autoevaluación.

La información obtenida con la evaluación se utiliza para:

  • Monitorear y emitir juicios respecto a la calidad del aprendizaje de los estudiantes.
  • Para que el educador reflexione sobre sus prácticas educativas. 
  • Para evidenciar la efectividad de cursos, programas de estudio e instituciones educativas. 
  • Mejorar el proceso enseñanza y aprendizaje.
        TÉCNICAS DE  EVALUACIÓN

7.7 ¿Cuál es la función pedagógica de la evaluación?

La evaluación de la capacidad o del cometido o desempeño es una técnica de ejecución que requiere que el estudiante elabore una respuesta o un producto que demuestre su conocimiento, capacidades y habilidades. 
Con las técnicas de ejecución se pretende evaluar lo que los estudiantes pueden hacer, en lugar de lo que saben y que utilicen lo que saben para poder hacer. Esta técnica también puede ser útil para el enfoque de evaluación constructivista.

7.8 ¿Qué significa “evaluación informal”?

La evaluación informal se caracteriza por ser superficial, improvisada, con validez y confiabilidad no verificada. Este tipo de evaluación es la que se realiza para tomar decisiones en la vida cotidiana. Por ejemplo, observar las condiciones del tiempo para determinar cómo salir vestido.

Estas evaluaciones son emergentes, no se planifican, se basan en datos escasos y bastantes subjetivos. Normalmente anteceden a decisiones que tienen escasa trascendencia para las personas o instituciones involucradas y que no les afectan de un modo permanente.

En general, la evaluación informal surge con frecuencia en la vida cotidiano de los personas y también ocurre en el contexto escolar. Una forma de evaluación informal es la que realizan los profesores al enfrentar una situación que aparece de improviso en el aula, como la participación de un estudiante, las dificultades manifestadas por los estudiantes ante la realización de una tarea...

Aunque la evaluación informal tiene un alto grado de subjetividad, no puede descartase.

Las evaluaciones informales están presentes en los diálogos entre personas que, de alguna u otra manera, forman parte del proceso educativo o de la institución.

Por ejemplo padres y profesores, estudiantes y sus docentes, docentes y directivos...

Técnicas de una evaluación informal:

  • Observación de actividades realizadas por los alumnos (Sistemática o asistemática, abierta o focalizada, en situaciones naturales o en marcos creados ad hoc –role playing, debates, etc.).
  • Registros anecdóticos, listas de control, diarios de clase. 
  • Exploración por medio de preguntas que realiza el profesor durante las clases. (Abiertas o cerradas, generales o dirigidas-focalizadas).
  • Incluir una muestra amplia de los estudiantes, tomar en cuenta indicadores diversos, darle apoyo con técnicas Semi-formales o formales.

7.9 ¿Qué significa “evaluación semiformal”?

Las técnicas de evaluación semiformal incluyen: trabajos y ejercicios realizados en clase (Importancia de su planeación adecuada, relevantes para evaluación formativa y ayuda ajustada)


  • Tareas o trabajos extra-clase (Variedad en formas y en modalidades – individual, grupal-, que los hagan practicar reflexivamente, pensar y aprender).
  • La evaluación de portafolios (Instrumento comprensivo muy útil, importancia de la reflexión conjunta sobre los productos incluidos, propósitos y criterios claros)

7.10 ¿Qué significa “evaluación formal”?

El otro tipo de evaluación corresponde a la denominada formal o Sistemática. Esto sucede en las instancias que se planifican para ello. La evaluación formal, demanda atención, recursos y esfuerzos especiales en su desarrollo, debido a las implicaciones que pueden tener sus resultados sobre las personas o las instituciones involucradas.

Por ejemplo, si se desea evaluar el trabajo y los resultados logrados por un grupo de estudiantes en un año o en un determinado proyecto, necesariamente habrá que pensar en una evaluación de tipo formal.

La evaluación formal promueve un proceso de evaluación válido y confiable.

Un proceso de evaluación válido y confiable desembocará en conclusiones que sirvan para juzgar los aprendizajes de los alumnos y para modificar, si es necesario, las estrategias de enseñanza.

Más allá de los instrumentos que se construyan para obtener la información que servirá para emitir los juicios de valor del docente, es pertinente preguntarse si la subjetividad del evaluador no tenderá a contaminar sus apreciaciones.

En principio es necesario tener presente que al evaluar, el docente emite un juicio de valor personal, pone en juego su propia subjetividad. Lo interesante es tener presente que esta subjetividad no debería condicionar el proceso de aprendizaje de los alumnos.

Es imposible pensar que la subjetividad del docente no influye en sus valoraciones. Para equilibrar esta subjetividad, deberá aplicar algunas técnicas específicas que serán objeto de desarrollo en las próximas unidades.

TOMA DE DECISIONES


6. TOMA DE DECISIONES



Tomar decisiones para mejorar el proceso de enseñanza – aprendizaje es un desafío de una verdadera evaluación. Aunque las primeras preguntas de la evaluación tengan que ver con el qué, el cómo o el cuándo evaluar, estas suelen ser cuestiones técnicas (Álvarez Méndez, 2001) y pueden quitar importancia a los valores formativos que debenestar presentes en la evaluación.

A menudo, en los contextos docentes, se habla de evaluación de una forma exclusiva, centrándose solo en los resultados obtenidos por los alumnos, en sus calificaciones (en la expresión cuantificada – nota - producto de un examen) Sabemos que, el hecho de la evaluación no impide un proceso formativo de los alumnos, es más lo supone y lo necesita. Y aunque se entienda como un proceso calificador, en el fondo expresa también la necesidad de no solo medir los niveles básicos de conocimiento intelectual en los alumnos sino también se trata de mostrar qué tan cerca está el alumno de los fines y metas propuestas por la educación misma.

El proceso evaluador nos debe orientar a tomar decisiones que lleven en última instancia a esas metas y objetivos educacionales. Estas decisiones no son solo producto de una recolección de datos y su posterior procesamiento e interpretación, es también producto de una reflexión que puede terminar en una toma de decisiones acertada o equívoca.

Así, la evaluación es necesaria para que el profesor preste ayuda al alumno; desde una visión teleológica "más allá" de sus límites cognoscitivos, teniendo en cuenta su edad, sus capacidades y la preparación previa que siempre trae al aula, es decir, le permite al maestro adaptarse a la singularidad de sus alumnos.

6.1 Evaluación para tomar decisiones.
La toma de decisiones es fruto del acto evaluador. Una evaluación en su sentido amplio y formativo, debe llevar a la toma de decisiones, específicamente a aquello que debe modificarse en el proceso de enseñanza - aprendizaje reorientándose, si fuera necesario, a los fines educativos contemplados desde el inicio de la acción educativa.

Si entendemos a la evaluación como una reflexión, un control de calidad sobre lo que se hace, un análisis y luego una toma de decisiones, en el caso del proceso de enseñanza - aprendizaje, es calificar al alumno pero no es lo único ni lo más importante.

La evaluación aparece como un proceso por medio del cual los profesores buscan y usan información procedente de diversas fuentes para llegar a un juicio de valor sobre el alumno e incluso sobre el mismo sistema educativo, de tal manera que se entiende la necesidad de retroalimentar los procesos de enseñanza – aprendizaje con la toma de decisiones.

Los procesos de evaluación tienen por objeto tanto los aprendizajes de los alumnos como los procesos mismos de enseñanza. La información que proporciona la evaluación sirve para que los maestros dispongan de información relevante con el fin de analizar críticamente su propia intervención educativa y tomar decisiones al respecto.

Para ello, será necesario contrastar la información suministrada por la evaluación continua de los alumnos con los fines de la educación que se pretenden. Se evalúa la programación del proceso de enseñanza y la intervención del profesor como animador de este proceso, los recursos utilizados, los espacios, los tiempos previstos, la distribución de alumnos, los criterios e instrumentos de evaluación, es decir, se evalúa todo aquello que se circunscribe al ámbito del proceso de enseñanza-aprendizaje.

La evaluación del proceso de enseñanza permite también detectar necesidades de recursos humanos y materiales, de formación, infraestructura, etc. Para racionalizar su uso y hasta para reportar al personal administrativo que disponga de ellos, en beneficio de la comunidad escolar.

Permite detectar problemas o aciertos en la coordinación, en las relaciones humanas (tan problemáticas en la actualidad) y también el clima o ambiente de trabajo, que son elementos significativos y cotidianos en un colegio.

6.2 Pero ¿Quién toma la decisión?

Es importante resaltar que el proceso de evaluación no siempre finaliza cuando la decisión se toma; ésta debe ser implementada. Y no siempre es responsabilidad exclusiva del maestro.

Es deseable que quienes participen en la toma de una decisión sean quienes procedan a implementarla, pero también es posible que sean otros los que lo realicen Así, es posible – y no es raro – que esa responsabilidad caiga en manos de otras personas: coordinadores, directivos, promotores, etc. Aquí es importante que exista una sintonía o comprensión total sobre las decisiones en sí, las razones que las motivan y sobre todo, debe existir el compromiso de su implementación.

Es de desear que las personas que tiene en sus manos esa implementación estén involucradas desde el principio en el proceso evaluador y no solo sea una labor de uno o algunos docentes. El compromiso con la evaluación y su puesta en práctica (si es un verdadero proceso ligado al aprendizaje) debe manifestarse claramente.

No se trata de desvirtuar la evaluación a una forma gerencial de los centros educativos, pero sin estas condiciones la evaluación como proceso que lleva a la toma de decisiones – justas y acertadas – será solo una buena intención.

6.3 ¿Evaluamos las decisiones tomadas?

¿Evaluar la decisión tomada? La evaluación no puede servir a otro tipo de intereses (Santos Guerra, 1996) la evaluación supone un dialogo abierto porque busca ―comprender el programa y mejorar la calidad del mismo.

Evaluar las decisiones tomadas es como la etapa final de este proceso, es decir, es un proceso de retroalimentación que podría ser positivo o negativo. Si la retroalimentación es positiva, nos indica que estamos en camino hacia las metas educativas propuestas de antemano y que incluso, el camino recorrido es el camino correcto para decisiones futuras.

Por el contrario, si la retroalimentación es negativa, podría ser que la implementación requiera de más atención, tiempo, recursos, esfuerzos o quien sabe más reflexión. También puede significar que la decisión tomada fue una decisión equivocada. Aun así, la evaluación serviría igualmente para evitar los errores cometidos en el camino.

6.4 Conclusiones

1. El proceso de evaluación nos debe llevar a tomar decisiones que en última instancia reflejen nuestra cercanía con los fines u objetivos últimos de la educación La toma de decisiones es producto de una reflexión.

2. Es importante que la toma de decisiones se haga desde y con las personas comprometidas con el proceso evaluador. Quien esta ajeno a ella, puede desvirtuar el proceso mismo y la toma misma de decisiones.

3. Evaluar para la toma de decisiones en el campo educativo es un compromiso con su implementación. Solo así tendremos la seguridad de sus aciertos o dificultades.

RESULTADOS DE LA EVALUACION


5. RESULTADOS DE LA EVALUACIÓN


La evaluación de resultados y del desempeño profesional tiene una importancia crítica, fundamentalmente, cuando se trata de alinear los objetivos de la organización, la estrategia acordada para su realización y el rendimiento operacional necesario para ejecutarlas.

Sólo teniendo la capacidad de realizar un seguimiento exhaustivo, en todos los órdenes de las organización sanitaria (clínico, administrativo, gestión..) se pueden tomar decisiones operativas alineadas con la estrategia. Para ello es preciso solventar de forma eficaz algunos problemas que surgen tradicionalmente en la gestión y la toma de decisiones, como son:

  • Los procesos de presentación de informes son engorrosos y lentos.
  • Los datos de los informes se centran únicamente en los resultados financieros, y son ignorados por los gerentes de los centros sanitarios, ya que no ayudan a tomar decisiones operativas.
  • Los informes se producen como reacción a los acontecimientos pasados, en lugar de ser impulsores del negocio, detectando oportunidades.

5.1 Claves del negocio

  • La clave para prestar un servicio adecuado es la capacidad de proporcionar a los organismos encargados de la toma de decisiones, información clara y significativa que les ayude a tomar decisiones informadas, siempre con datos actualizados y representativos de la complejidad de las organizaciones sanitarias. 
  •  La información proporcionada debe:
o Comunicar los objetivos de las organizaciones, medidas, metas e iniciativas para transmitir las decisiones de la dirección a través de su organización, involucrando a todos en la estrategia operativa.
o Promover y generar el aprendizaje continuo – de una manera
fácil, de confianza, extendida y compartida por todos los miembros de la organización para impulsar la calidad y la eficiencia en los cuidados proporcionados por las organizaciones sanitarias.

5.2 Nuestro enfoque

  • Nuestra solución se centra en proporcionar información en tiempo real y en reportes basados en excepciones, poniendo las cuestiones urgentes de manifiesto. Proporcionando una visión para todos de la realidad actual de la organización, ya sea una sobrecarga en las urgencias o un fallo en la cadena de suministros quirúrgicos. 
  • Apoyando a la toma de decisiones, y proporcionando indicadores clave de desempeño para los miembros de la organización que los necesiten, siempre adaptando la información a las necesidades del perfil al que va dirigida, clínico, administrativo, de gerencia.